viernes, 15 de noviembre de 2013

Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica

¿ Qué es?

Una enfermedad pulmonar en la que los bronquios se obstruyen bloqueando el paso de aire, alterando la respiración normal.

La principal causa es el tabaquismo, la exposición a gases o emanaciones en sitios de trabajo y en pocas ocasiones exposición a humo indirecto del cigarrillo o mala ventilación de gas para cocinar.

Antes, la EPOC era más frecuente en el sexo masculino, pero debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados y al mayor riesgo de exposición a la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción) entre las mujeres de los países de bajos ingresos, en la actualidad afecta casi por igual a ambos sexos.

Aproximadamente un 90% de las muertes por EPOC se producen en los países de bajos y medianos ingresos, donde no siempre se ponen en práctica o son accesibles las estrategias eficaces de prevención y control.


Os dejo un vídeo explicativo de comparación entre unos bronquios normales y unos bronquios con EPOC.


Sintomatología de la EPOC



La historia natural de la EPOC es bien conocida.
Los enfermos, iniciados en el hábito de fumar en edades tempranas de la vida, desarrollan con facilidad tos y expectoración de forma habitual. Una parte de ellos, los considerados como susceptibles a la acción del tabaco, comienzan a presentar de forma progresiva dificultad respiratoria. Esta disnea va pasando por diversos grados de intensidad y llega a ser, sin lugar a dudas, el síntoma principal, tanto en gravedad como en frecuencia, que presentan los pacientes con EPOC, y es el que va a afectar de forma determinante a la calidad de vida relacionada con la salud de estos enfermos.



Diagnóstico de EPOC

El médico diagnostica la EPOC en base a los signos y síntomas, los antecedentes médicos y familiares y los resultados de algunas pruebas.
El médico puede auscultar al paciente el pecho, con el fin de observar si hay sibilancias u otros ruidos anormales. 

Pruebas de diagnóstico de EPOC

  • Pruebas de función pulmonar, que miden la cantidad de aire que una persona puede inhalar y exhalar, la rapidez con la que se saca el aire de los pulmones y si los pulmones pasan correctamente el oxígeno a la sangre. La prueba principal para diagnosticar la EPOC es la espirometría.

Una vez que se confirme el diagnóstico, el médico distinguirá entre las siguientes 5 etapas de EPOC:
  • Etapa 0. Riesgo de desarrollar EPOC. Si bien la función pulmonar es normal, existen síntomas como tos y producción de mucosidad.
  • Etapa I. EPOC leve. El flujo de aire es limitado, aunque el paciente no puede notarlo aún. Se presentan síntomas como tos y producción de mucosidad.
  • Etapa II. EPOC moderada. El flujo de aire es limitado y los síntomas aumentan en intensidad y frecuencia. Por esta razón, muchos pacientes buscan la opinión médica en esta etapa.
  • Etapa III. EPOC grave. Caracterizada por severa limitación del flujo de aire. Los síntomas afectan a la calidad de vida del paciente.
  • Etapa IV. EPOC muy grave. En esta etapa la limitación del flujo de aire pone en peligro la vida, pueden presentarse complicaciones como fallo cardíaco y respiratorio.

Tratamiento y prevención de EPOC

Los principales objetivos para el tratamiento de la EPOC consisten en disminuir la progresión de la enfermedad, aliviar y tratar los síntomas y las reagudizaciones, mejorar la calidad de vida de los pacientes, y disminuir la mortalidad. Los tratamientos utlizados para tratar esta enfermedad son:
  • Vacunación: la administración anual de la vacuna antigripal reduce la mortalidad y el número de hospitalizaciones durante los periodos epidémicos, por lo que debe recomendarse a todos los pacientes con EPOC. La vacuna antipneumococcica debe ofrecerse al paciente con EPOC de 65 años o más, ya que reduce la posibilidad de bacteriemia y previene la aparición de neumonías.
  • Fármacos antiinflamatorios: llamados esteroides, disminuyen la inflamación de la mucosa del bronquio. Existen formulaciones por vía inhalatoria, y también por vía oral en el caso de las reagudizaciones.
  • Otros tratamientos: solo recomendados en algunos pacientes. Se utilizan mucolíticos o sustancias que ayudan a expulsar el moco, antitusivos que disminuyen la frecuencia de la tos y, en el caso de las reagudizaciones, es frecuente el uso de antibióticos para el tratamiento de infecciones respiratorias.
  • Broncodilatadores: se utilizan agonistas beta 2, anticolinérgicos y metilxantinas, y su función consiste en aumentar el diámetro del bronquio que en este tipo de pacientes se encuentra obstruido. Se administran de forma inhalada ya que así llega mayor cantidad de fármaco al pulmón. Existen varios tipos: cartucho presurizado, cámara de inhalación o polvo seco.


  • Oxígeno domiciliario: recomendado en pacientes en estadios avanzados de la enfermedad; aumenta la supervivencia y mejora la capacidad de ejercicio. Es necesario durante un mínimo de 16 horas al día.
  • Ventilación mecánica: los pacientes con EPOC e insuficiencia respiratoria aguda que no mejoran con tratamiento médico y oxigenoterapia, pueden precisar asistencia ventilatoria. La ventilación no invasiva disminuye significativamente la mortalidad, evita las complicaciones de la intubación endotraqueal y acorta la estancia hospitalaria de los pacientes, por lo que debe estar disponible las 24 horas.
  • Rehabilitación respiratoria: evitar el sedentarismo y estimular la actividad y el ejercicio físico cotidiano es beneficioso para el paciente con EPOC y debe recomendarse de forma generalizada. La rehabilitación respiratoria mejora los síntomas, la calidad de vida y la capacidad de esfuerzo.
  • Tratamiento quirúrgico de la EPOC: Algunos pacientes pueden tener que someterse a procedimientos quirúrgicos como trasplantes pulmonares, cirugía de reducción de volumen o bulectomía, que mejoran la función pulmonar, la tolerancia al esfuerzo, los síntomas y la calidad de vida.

La medida de prevención de la enfermedad es no exponerse a los factores de riesgo que la originan. Estos factores son el tabaco y los ambientes contaminados.Dejar de fumar es la medida más importante para disminuir el riesgo de desarrollar EPOC y para frenar la progresión de la enfermedad, incluso después de una larga historia de tabaquismo.También es muy importante mantener un buen estado de salud general, realizar ejercicios y seguir una dieta sana para aumentar la resistencia del cuerpo a las infecciones.El ejercicio, a todos los niveles, mejora la utilización del oxígeno, la capacidad de trabajo y la mentalidad de los pacientes que sufren la enfermedad.