Las personas que se someten a un trasplante, generalmente vienen de un proceso más o menos largo de tratamiento de una enfermedad crónica y de la pérdida de eficacia de algunos de estos tratamientos. El trasplante es la mejor solución terapéutica para estas personas, pero recibir un trasplante significa asumir el compromiso de cuidar la salud de por vida. El paciente trasplantado necesitará medicamentos para evitar el rechazo o la disfunción del órgano trasplantado, probablemente durante el resto de su vida.
Para poder entender mejor las dificultades que conlleva la realización de un trasplante, el cuidado de un órgano trasplantado y la gran importancia que tiene la donación para salvar vidas, te animamos a que leas las siguientes entradas.
¿Qué es un trasplante?
Un trasplante es sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Esta técnica logra magníficos resultados, sin embargo se necesita obligatoriamente la existencia de donantes. España es el país con mayor tasa de donación de todo el mundo. Desde el punto de vista económico, toda la terapéutica que implica un trasplante (incluida la medicación inmunosupresora post-trasplante), es sufragada por el Sistema Nacional de Salud, y las respectivas Comunidades Autónomas dónde se llevan a cabo los trasplantes.