martes, 22 de octubre de 2013

El asma como enfermedad crónica



Nuestra segunda entrada del blog irá dedicada a una de las enfermedades crónicas más frecuentes en niños, el asma. La OMS calcula que en la actualidad hay 235.000 millones de pacientes con asma, presente en todos los países independientemente de su nivel de desarrollo. La misma, con frecuencia puede ser severa o incapacitante y a veces fatal, considerándose un serio problema de salud pública.








El asma es una enfermedad en la cual la inflamación de las vías aéreas causa que se restringa el flujo de aire hacia dentro y afuera de los pulmones. Los músculos del árbol bronquial se estrechan y se inflama el recubrimiento de los conductos de aire, lo que reduce el flujo de aire y produce el característico sonido de jadeo. Esto se conoce como un ataque de asma y se puede presentar como una reacción alérgica a un alérgeno u otra sustancia (asma aguda) o como parte de un ciclo complejo de enfermedad que puede incluir la reacción al estrés o al ejercicio (asma crónica).

Debemos considerar el asma como una enfermedad inflamatoria crónica de la mucosa bronquial, responsable de las manifestaciones clínicas de la enfermedad y también de la hiperreactividad bronquial. El proceso inflamatorio se puede dividir así: una etapa temprana que aparece generalmente dentro de los 30 minutos siguientes al estimulo desencadenante y en la cual la principal célula involucrada es el mastocito, célula abundante en la mucosa de las vías aéreas; una segunda etapa, o respuesta tardía que comienza a las 6 horas y que se prolonga hasta 48 o 72 horas después del estímulo y que se puede convertir posteriormente en una inflamación crónica.

Cualquiera que sea el mecanismo patogénico del asma, se presentan en ella cinco consecuencias fisiopatológicas fundamentales: broncoespasmo, edema de la mucosa, aumento de las secreciones bronquiales, hiperrreactividad bronquial e inflamación.

 Un hallazgo patológico característico de los pacientes que fallecen por crisis aguda de asma es que los pulmones aparecen hiperinsuflados cuando se abre el tórax, esta insuflación es debida al atrapamiento de aire causado por dos factores, el broncoespasmo severo que dificulta la salida del aire durante la espiración, y el taponamiento mucoso extenso que se extiende desde los bronquios segmentarios y subsegmentarios hasta los pequeños bronquios y bronquiolos.


Ahora os voy a dejar el enlace de un cuento infantil realizado en colaboración con la Fundación AstraZenca, y presentado en el Hospital Universitario La Paz de Madrid, con motivo del Día Mundial del Asma, destacando la importancia que tiene la educación en el autocontrol-autocuidado, la prevención y la mejora de la calidad de vida de los asmáticos. En él se recogen unas sencillas pautas para que los niños estén informados de que el asma es una enfermedad que se puede controlar bien. Se incluye en el mismo una técnica respiratoria, para que sepan mantener la calma con el fin de prevenir y de esta forma tratar mejor las crisis y exacerbaciones.


Cuento de Cecilia controla su asma









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