miércoles, 13 de noviembre de 2013

¿Qué es un trasplante? ¿Y una donación?

Las personas que se someten a un trasplante, generalmente vienen de un proceso más o menos largo de tratamiento de una enfermedad crónica y de la pérdida de eficacia de algunos de estos tratamientos. El trasplante es la mejor solución terapéutica para estas personas, pero recibir un trasplante significa asumir el compromiso de cuidar la salud de por vida. El paciente trasplantado necesitará medicamentos para evitar el rechazo o la disfunción del órgano trasplantado, probablemente durante el resto de su vida.  
Para poder entender mejor las dificultades que conlleva la realización de un trasplante, el cuidado de un órgano trasplantado y la gran importancia que tiene la donación para salvar vidas, te animamos a que leas las siguientes entradas.


¿Qué es un trasplante?
Un trasplante es sustituir un órgano o tejido enfermo por otro que funcione adecuadamente. Esta técnica logra magníficos resultados, sin embargo se necesita obligatoriamente la existencia de donantes. España es el país con mayor tasa de donación de todo el mundo. Desde el punto de vista económico, toda la terapéutica que implica un trasplante (incluida la medicación inmunosupresora post-trasplante), es sufragada por el Sistema Nacional de Salud, y las respectivas Comunidades Autónomas dónde se llevan a cabo los trasplantes.


¿Qué es una donación? La donación es un gesto altruista, considerado como el mayor acto de bondad entre los seres humanos. En la actualidad hay miles de personas que para vivir o mejorar su calidad de vida necesitan de un trasplante. 

Hay dos tipos de donantes: 
  • Vivos: La donación de vivo es posible si se cumplen las condiciones y requisitos establecidos por la Ley. El donante ha de ser mayor de edad y gozar de buena salud física y mental. La Ley incluye los pasos a seguir por todos los implicados (profesionales médicos, personal judicial y donante y receptor) para garantizar los derechos de ambas partes, la libertad en las decisiones, voluntariedad, gratuidad y altruismo. 
  • Fallecidos: Toda persona puede ser donante si en vida decide que, a su muerte, sus órganos sirvan para salvar o mejorar la vida de otros. Sin embargo, debe saber que pese a nuestro deseo de ser donante de órganos, no todos podremos serlo, ya que para ello, será necesario que el fallecimiento acontezca una Unidad de Cuidados Intensivos de un hospital. Esto se debe a que en estas unidades es posible realizar la preservación de los órganos y las pruebas necesarias para realizar una correcta valoración de cada potencial donante. 

¿Cómo se puede colaborar? 

La tarjeta de donante es un documento que testimonia el deseo de ser donante de órganos tras el fallecimiento. Sin embargo la tarjeta no tiene valor legal. Es preciso comunicar a los familiares el deseo de ser donantes, para que autoricen la extracción de órganos tras el fallecimiento. En caso de tener la tarjeta, si no se desea ser donante de órganos se puede romper y además se debe comunicar a los familiares y allegados para que llegado el momento puedan trasmitir su voluntad. Dado que los datos utilizados para emitir la tarjeta de donante no son almacenados en ningún registro de donantes, sino que son utilizados únicamente con fines administrativos, no es necesario darse de baja ni comunicar a ningún organismo oficial que se ha cambiado de opinión. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario